El dolor de espalda en el embarazo

El dolor de espalda en el embarazo

Si sientes dolor en la parte baja de tu espalda no te preocupes mucho: es algo bastante frecuente durante el embarazo, especialmente a partir del tercer trimestre. Este

El dolor de espalda en el embarazo es algo bastante frecuente, especialmente a partir del tercer trimestre. Este malestar es provocado por un conjunto de factores debido a las alteraciones hormonales que se sufren a lo largo del desarrollo del embarazo.
La alteración hormonal que se produce durante el embarazo genera que los ligamentos y articulaciones se vuelvan más flojos y por lo tanto más móviles. Esto tiene su beneficio ya que prepara a tu cuerpo para el momento del parto, pero por otro lado tu espalda necesita realizar un mayor esfuerzo.
Sin embargo, el dolor de espalda se produce mayormente por el aumento progresivo de peso que tiene que soportar tu columna, el que se distribuye principalmente alrededor de tu cintura.

¿Qué hacer con el dolor de espalda en el embarazo?

Tu columna aumenta un poco más su curvatura normal para compensar el aumento de tu pancita hacia delante y esto puede provocarte algunas molestias, además de la postura tan particular de las embarazadas en las últimas etapas de su embarazo.

Por lo general, este dolor no es muy fuerte y seguramente lo podrás tolerar. Sin embargo, si sientes dolor con mucha intensidad deberías consultarlo con tu médico. Por ejemplo, si tu dolor se concentra más en la parte media de tu espalda puede deberse a alguna complicación de los riñones o los pulmones, por lo que, es bueno que tengas cuidado con ello y lo consultes para sacarte todas las dudas y estar tranquila de que todo está bien.

También si el dolor de tu espalda se extiende a tus glúteos. En algunos casos esto te puede pasar por algún problema en la columna que ya tenías previamente a tu embarazo.
Un buen consejo para evitar que tu espalda te moleste es no usar tacones altos ni levantar mucho peso. En caso de tener que levantar algo, trata de hacerlo correctamente. Un buen colchón también te puede ayudar a relajar tu espalda, al igual que la gimnasia para fortalecer tu columna y la natación.

¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.

El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.

El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo

Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.

Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.

Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo

Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.

Entre las principales recomendaciones se encuentran:

  • Usar ropa interior de algodón.
  • No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
  • Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
  • Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
  • No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
  • Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
  • Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.